Triple Aim: el valor en la atención sanitaria

Introducción

El sistema sanitario actual, además de no invertir en la prevención de enfermedades, carece de integración o trabajo en equipo, y está fragmentado.

Los pacientes no reciben la atención y los cuidados que merecen y necesitan.

La falta de seguridad provoca innumerables incidentes en todo Brasil.

Son necesarias acciones capaces de implicar la prevención de enfermedades, la mejor atención centrada en los pacientes ya enfermos, siempre con reducción de costes.

Estos son los principios del Triple Aim.

Los hospitales deben convertirse en miembros proactivos de la sociedad. Su colaboración con los pacientes tiene que ser constante para que el paciente no vuelva a ser hospitalizado.

Es necesario actualizar los conceptos de atención hospitalaria que determinaron a los hospitales como centro de atención para definir acciones que prioricen la seguridad del paciente, con la idea de que es mejor tener una cama vacía en el hospital, que es necesario prevenir enfermedades, reducir los ingresos y tener menos cirugías y exámenes.

Acciones que promueven la mejora de la calidad de vida de las sociedades que tienen a los hospitales como socios en estos movimientos sociales.

La atención sanitaria ya fue definida en 1980 por el médico libanés Avedis Donabedian, que propuso siete pilares: eficacia, efectividad, eficiencia, optimización, aceptabilidad, legitimidad y equidad. Y a través de ellos es posible que se produzcan diversos cambios en la sanidad relacionados con la Seguridad del Paciente para la mejora continua de este ámbito.

 

Los 7 cuidados de la salud

Figura 1. Los 7 cuidados de la salud

 

EFICACIA: Es cuando se consiguen resultados. En el ámbito de la salud, para que los tratamientos sean eficaces, por ejemplo, se necesitan condiciones ideales, como mejores servicios sanitarios y un buen equipamiento.

EFECTIVIDAD: La efectividad en salud se refiere a la planificación de lo que se va a hacer. Está directamente relacionado con la eficacia. Por ejemplo: cuando hay una mejora para un paciente debido a un determinado tratamiento utilizado.

EFICIENCIA: Significa proporcionar el tratamiento más eficaz al menor coste posible.

OPTIMIZACIÓN: Está relacionada con la relación coste-beneficio que fomenta la cultura de la mejora, ya que busca mejorar los procesos ya existentes. Reducir el tiempo de un tratamiento disminuyendo los costes y manteniendo o mejorando su eficacia es un ejemplo de optimización.

EQUIDAD: En sanidad es distribuir la atención y las prestaciones de forma imparcial a todos los pacientes.

ACEPTABILIDAD: Implica la adaptación de los pacientes y sus familias al tratamiento. Esto está relacionado con la accesibilidad de la asistencia sanitaria, el coste del tratamiento, la relación médico-paciente y la comodidad del tratamiento.

LEGITIMIDAD: Está relacionada con el respeto y la responsabilidad que tiene la organización ante la sociedad. Un ejemplo es cuando un hospital es una referencia en el tratamiento de una enfermedad.

 

¿Qué es el TRIPLE AIM?

Se trata de una herramienta de Triple Aim para identificar las necesidades sociales en los sistemas sanitarios y promover la calidad y la seguridad optimizando los costes.

Se basa en los pilares de la mejora de la calidad, mencionados en la figura 1.

El Triple Aim fue desarrollado en 2008 en Estados Unidos por el IHI – Institute for Healthcare Improvement. Uno de sus creadores fue Donald Berwick, médico de renombre y siempre presente en el desarrollo de los conceptos y fundamentos de la Seguridad del Paciente.

 

Figura 2: Triple Aim

Figura 2: Triple Aim

 

  1. Promover la salud de las poblaciones (ancianos, enfermos crónicos, niños, etc.);
  2. Mejorar la experiencia asistencial del paciente (calidad y satisfacción);
  3. Reducir los residuos.

Los tres objetivos de la estrategia pretenden equilibrar el Sistema Sanitario:

El objetivo principal de la propuesta es promover la salud, por lo que se previenen las enfermedades y se vigila de cerca la salud de los pacientes.

La preocupación por la satisfacción del paciente en su atención interfiere directamente en su adherencia al tratamiento, lo que tiene como consecuencia la mejora de su recuperación.

Además, la asistencia sanitaria empieza a medirse por los resultados obtenidos, y no por la cantidad o el volumen de servicios prestados. En este aspecto, hay una reducción de los costes de atención.

Este método en sanidad forma parte de la atención basada en el valor, un modelo cuyos valores dependen de la eficacia, no de los insumos utilizados.

En Triple Aim es fundamental la interacción y cooperación de todos los participantes en el sistema.

  • Hospital
  • Pacientes
  • Personal clínico
  • Proveedores
  • Operadores

Aunque el paciente está en el centro de la atención, también hay una mirada hacia el exterior de las empresas que llega a las comunidades y alcanza a poblaciones específicas, siempre sin desperdicio y con los mejores costes para las enfermedades.

El objetivo de la dirección con una triple finalidad amplía la visión del negocio y los esfuerzos estarán más dirigidos a mejorar los procesos.

Así, la reducción de las terapias o de las pruebas diagnósticas es evidente.

Para el IHI es muy importante hacer hincapié en la salud de la comunidad, capacitar a las personas y a las familias, aumentar los servicios comunitarios, así como vigilar cuidadosamente la salud de los pacientes a lo largo de toda su vida.

 

¿Cuáles son las ventajas?

Los pacientes pueden esperar una atención menos compleja y mucho más coordinada.

Y al reducir los costes per cápita de la atención al paciente, permitirá que las empresas sean más competitivas y tengan más libertad en sus presupuestos, con flexibilidad para invertir en la vitalidad de la comunidad y el bienestar económico.

Otro beneficio importante es la reducción de la duración media de la estancia de los pacientes en el hospital. Permite una mayor rotación de camas, un mayor índice de ocupación del hospital, un mayor volumen de pacientes por día y un aumento de las altas hospitalarias.

El Triple Aim beneficia tanto a las instituciones como a los pacientes.

Algunos de los beneficios son:

  • Poblaciones más sanas, ya que los problemas se identificarán antes;
  • Identificación de los principales problemas de salud en la comunidad y de las mejores soluciones a estos problemas, lo que permite un mayor control del gasto y una menor presión sobre los presupuestos sanitarios, permitiendo invertir en escuelas, viviendas y medio ambiente;
  • Sistemas sanitarios de éxito que ofrecen una atención de calidad a un coste óptimo.

Los cambios

El IHI tendrá que estratificar las necesidades de sus poblaciones para mejorar la salud de todos.

Se necesitará apoyo para desarrollar la capacidad y las habilidades de los empleados, y para permitir la evaluación por parte de la población.

Hay que analizar la percepción de los pacientes sobre la calidad de la atención, porque la experiencia del paciente es parte del enfoque.

Es necesario formar a las personas para que tengan responsabilidad personal, capacidad de entender las situaciones y conciencia para saber que ayudar a los demás y promover el bienestar es un reto, pero forma parte del cambio de comportamiento y de la cultura.

Un ejemplo de cambio de valores sanitarios es la difusión de conocimientos virtuales. Es capaz de mejorar los resultados.

Incluso sin conferencias, ferias, foros, cursos presenciales toda la población interesada en el tema salud, durante la pandemia de Coronavirus, puede tener acceso a información gratuita y de calidad, en instituciones nacionales o internacionales.

El acceso a la información a través de seminarios web, en directo, podcasts y consultas en los sitios permite, en función de las necesidades, formular formación para enfermeros, médicos, farmacéuticos y para todo el equipo multiprofesional.

Todos los cambios tienen la misión de valorar al profesional que busca no sólo reducir la complejidad en los procesos sino también tener presente la mejora continua.

Otro ejemplo que también actúa en el Triple Aim, es la introducción de las tecnologías digitales en la sanidad: la historia clínica electrónica y la robotización de dosis unitarias de los medicamentos en un hospital.

Las tecnologías permiten varios cambios capaces de mejorar la experiencia del paciente y aumentar la eficiencia en la aplicación de los recursos materiales capaces de reducir los residuos.

Algunas mejoras:

  • Datos clínicos del paciente en tiempo real
  • Visión del conjunto de pacientes
  • Base de datos con pruebas médicas
  • Más información sobre el estado de salud de cada paciente
  • Agilidad en la unificación de la medicación
  • Más calidad y seguridad en los procesos

 

CONCLUSIÓN

La búsqueda de la mejora continua es incesante y algunas organizaciones ya se cuestionan la adición de un cuarto objetivo al Triple Aim, el Quadruple Aim.

El cuarto objetivo más citado por las organizaciones sanitarias es la alegría en el trabajo.

El IHI apoya a las organizaciones, pero les recuerda que el centro de atención no debe dejar de ser el paciente.

Para ellos, en la gran mayoría de las instituciones aún no se han alcanzado los tres objetivos del Triple Aim y queda mucho camino por recorrer.

Por lo tanto, debemos tener cuidado de no perder el foco.

La alegría y la pasión en el trabajo son esenciales, porque sin implicación todo se vuelve más difícil.

El diálogo, las alineaciones, las necesidades del mercado, las negociaciones y la transparencia son fundamentales para que los empleados vean los objetivos de la organización junto con los sentimientos de los pacientes.

Los líderes deben animar a la gente a ser optimista y permitir experiencias capaces de generar, además de inteligencia, la oportunidad.

Es importante contar con un equipo que piense conjuntamente para alcanzar los propósitos comunes de calidad y los objetivos de la organización.

El entorno laboral no debe ofrecer malas condiciones de trabajo ni riesgos para la salud del trabajador.

Los objetivos de cada organización deben estar muy bien definidos y ser claros. Además de los profesionales sanitarios muy comprometidos con la calidad y la Seguridad del Paciente.

Al fin y al cabo, son los objetivos los que estructuran el trabajo, y con ello los resultados serán gratificantes.

En Triple Aim queda muy claro que la atención sanitaria no existe sólo para atender a las personas cuando están enfermas, sino que todo el proceso de atención es una cadena que no debe romperse.

Es necesario promover la salud, organizando la atención en una red de prevención y seguimiento, siempre con calidad y reducción de costes.

Triple Aim: el valor en la atención sanitaria
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